ASOCIACIÓN ESPAÑOLA HICKORY

Pues bien, ya está aquí la segunda entrega sobre la madera y como ésta se utiliza para la construcción de ese preciado tesoro que son las varillas de nuestros palos de golf.

En el primer artículo veíamos que hay siete factores que influyen enormemente en la manera en la que pueden construirse las varillas, y nos centrábamos sobre todo en las densidades y durezas que daban las diferentes especies.

Pues bien, en esta segunda entrega, veremos que según la parte del árbol y como se trate su madera desde que es un tronco, va a determinar en gran medida el éxito en la obtención de la varilla final.

En la figura a continuación se muestra el corte de un tronco y las partes (más básicas) que lo forman. Desde el centro del tronco  hacia afuera nos encontraremos en primer lugar la médula, en segundo lugar el duramen y por último la albura (y aunque hay más, aquí nos paramos).

La medula es la parte por la que se va generando todo el flujo de nutrientes del árbol, el duramen son las capas interiores ya consolidadas (y que tiene un color más oscuro generalmente) y la albura, son las capas nuevas creadas en los últimos años y que son más blandas.

Como ya se imaginará el lector, las capas óptimas para la obtención de las varillas serán las del duramen, puesto que son las que están bien consolidadas y que en realidad son las que configuran “el andamio” que sostiene el árbol. 

Pues bien, una vez que hemos escogido la parte del árbol que mejor puede cubrir la necesidad que tenemos, es necesario obtener la varilla de la manera correcta.

Para ello el artesano se fijara casi con seguridad en dos aspectos. El primero es lo circulares que sean los anillos, puesto que los árboles que en el corte presentan anillos ovalados son árboles que han crecido “torcidos” es decir en laderas muy inclinadas y desiguales, lo que hará que la varilla pueda dar problemas de rotura o agrietado. El segundo aspecto será el tipo de corte.

La manera de obtener varillas y tablones de un árbol responde principalmente a tres tipos de corte principales (y sus combinaciones).

A continuación presentamos tres figuras en las que se puede ver el aspecto que tendrá una pieza longitudinal de madera según la forma en la que se obtuvo del tronco.

La primera figura es la que representa el corre tangencial. Este corte es el que menos resistencia otorga a la madera obtenida para el trabajo de flexión y el de torsión, que es precisamente el que se necesitará para que una varilla trabaje en un palo de golf.

Este corte es muy utilizado para obtener piezas planas y como vemos se reconoce porque la pieza obtenida muestra la veta del árbol como en forma de “aguas”

Es característico ver las circunferencias en el canto de la madera (la testa), en las piezas más anchas.

Aléjate de este corte para sacar una varilla…

La segunda figura representa el corte radial. Este corte se parece al que se haría para cortar una cuña de queso. Es decir, tomando como referencia el centro y se corta de forma perpendicular hacia afuera.

Como vemos, las piezas que se obtienen presentan líneas longitudinales en las piezas más alargadas y líneas casi paralelas en los cantos.

Este corte evitará que las piezas puedan encorvarse en las puntas o que agrietarse a lo largo de la pieza. 

Aunque no es el corte óptimo para conseguir varillas por el gran desecho que produce, es posible que la misma nos diera ciertas garantías de sobrevivir algunos cientos de  partidos (y de años).

Por último, la tercera figura es la que nos da al corte ganador. Este corte “a los cuartos” (transversal, o a contrahilo) presenta cierto parecido al corte anterior, salvo porque las piezas no  son perpendiculares a los anillos, sino que son perpendiculares a los ejes del tronco. Este tipo de corte presenta una gran ventaja con respecto al anterior que es su gran aprovechamiento del material.

Vemos que al igual que el corte anterior, se quedará la veta en líneas a lo largo de la pieza, aunque los anillos que mostrará el canto de la pieza se verán como “en diagonal” en vez de rectos como en el corte radial.

Tanto en el corte radial (la segunda figura) como en el corte transversal serán buenos para la construcción de las varillas puesto que los poros de la madera estarán bastante cerrados y la estabilidad de la madera con estos cortes es muy alta, por lo que no se notarán grandes deformaciones a lo largo de los años.

Pues para terminar os invito a que vayáis a vuestra bolsa y observéis el final de la varilla de vuestros palos, porque estoy seguro de que encontrareis las vetas de la madera y podréis deducir casi con seguridad la manera en que se obtuvo la varilla.

Pues hasta aquí la segunda parte de este pequeño artículo y os invito a que leáis la última parte que llegará pronto donde veremos el final con la forma de las varillas y el grano de la madera.

Alejandro Pérez.

Nota: ilustraciones obtenidas de la página web de Maderas Menur. Empresa de Málaga.