ASOCIACIÓN ESPAÑOLA HICKORY

Escrito por Jacobo Santiuste

Estamos en 1744. En Leipzig,Bach acaba de terminar el libro primero de «El Clave Bien Temperado».  Faltan aún doce años para que nazca Mozart.         

La guerra de Sucesión de Austria asola la mayor parte de Europa, pero en Escocia, después de cuatro décadas de paz con Inglaterra, se vive una etapa inusitada de bienestar y prosperidad.

En Edimburgo, la capital del reino, está teniendo lugar un importante acontecimiento en la historia de nuestro deporte. Varios «caballeros de honor, diestros en el antiguo y saludable ejercicio del golf» deciden constituirse en sociedad bajo la denominación «La Honorable Compañía de Golfistas de Edimburgo» y acuerdan un conjunto de reglas bajo las que practicar el juego.   

Ni más ni menos, estaban naciendo a la vez el primer club de golf y las primeras Reglas. 

En realidad, el golf se jugaba en Escocia desde mucho antes, probablemente desde principios del siglo XV, pero nunca hasta entonces se había enfocado su práctica desde la perspectiva de un club con todas las ventajas que esto traería. 

El club ha sobrevivido felizmente hasta nuestros días y tenemos toda clase de datos sobre su fundación y su historia. En su primera competición lucharon por un valioso trofeo: un bastón de plata donado por el alcalde Lord Provost en nombre del ayuntamiento de Edimburgo. El primer ganador fue un cirujano local llamado John Rattray que tuvo el honor de mantener en su poder durante el primer año el simbólico bastón de capitán. Desde entonces, todos los socios compiten por el título de capitán y el nombre del ganador se graba en una bola de plata que queda unida al bastón.   Durante casi un siglo la Honorable Compañía estuvo utilizando los links de Leith, hoy en día un barrio de Edimburgo, hasta que en 1836 el crecimiento de la ciudad les obligó a trasladarse al vecino pueblo de Musselbourgh en donde compartían campo con otros clubs de Edimburgo.

Por fin, el 1891 el club se trasladó a Muirfield en donde diseñado por Tom Morris, construyeron un campo propio del que no se han movido ya y que desde entonces ha estado considerado como uno de los mejores campos de golf del mundo. 

Se supone que hasta 1744 la gente jugaba al golf de acuerdo con algún tipo de reglas, pero, al parecer, éstas eran tan anárquicas y cambiantes que prácticamente antes de cada partido los jugadores tenían que discutirlas y negociarlas. 

La virtud de los hombres de la Honorable Compañía fue establecer un único cuerpo de reglas bajo las cuales jugarían todos los socios y, sobre todo, redactarlas en forma tan clara y concisa que pronto pasaron a ser adoptadas por la mayoría de los golfistas de la época.

Las reglas eran 13 y la primera decía: «Para el primer golpe la bola se colocará dentro de un palo de distancia del hoyo que se acaba de jugar». Como se ve los alrededores de los hoyos no debían ser por entonces los alfombrados greenes de que disfrutamos hoy día.  

No se molestaban en explicar en qué consistía el juego, cosa que se daba por sabida, ni hablaban de distintas modalidades de juego, ya que por entonces solo existía el match-play.    En cambio, regulaban con sensatez y buen criterio las formas de proceder en situaciones anormales, tales como: cuando la bola se perdía; cuando la bola era desviada por hombre, caballo o perro; o cuando el juego resultaba afectado por alguna de las peculiaridades del campo de Leith (zanjas militares, ciertos hoyos para juegos infantiles, etc.). 

Se establecían también dos reglas de oro que han llegado prácticamente intactas hasta nuestros días: «la bola no será cambiada durante el juego del hoyo» y» el jugador cuya bola esté más lejos del hoyo jugará primero». 

Las reglas de la Honorable Compañía tuvieron un éxito fulminante, pero quedaron pronto eclipsadas por otro club que apareció diez años más tarde.

En St.Andrews, el 14 de mayo de 1754 , veintidós nobles y caballeros fundan otro club y establecen otras reglas bajo las que practicar el juego. 

El nuevo club era el actual Royal and Ancient Golf Club de St.Andrews y sus reglas, también 13, muy parecidas inicialmente a las de la Honorable Compañía, pero algo más perfectas si cabe, pasaron a ser adoptadas por la generalidad de los jugadores.

 A partir de entonces todos los clubs que fueron surgiendo no solo adoptaban las reglas del Royal and Ancient, sino que era éste club al que acudían para consultar sus dudas o controversias sobre la interpretación de las mismas, acatando sus decisiones.  

De esta forma el R&A se ha convertido hoy día en el máximo organismo legislativo del golf mundial que, conjuntamente con la US Association, se ocupa de administrar y mantener al día el copioso cuerpo legal que constituyen las Reglas del Golf y sus decisiones.

Nadie ha podido quitar a la Honorable Compañía el honor de ser el club de golf más antiguo del mundo, en 1994 cumplió su 250 aniversario.

Definitivamente asentados en su sede de Muirfield, los descendientes de aquellos caballeros fundadores constituyen hoy en día una simpática tribu cuyo programa más habitual es el siguiente: un foursome sobre los nueve primeros hoyos; una pausa de dos horas para comer y beber generosamente; y un mejor bola sobre los segundos nueve hoyos.

Hace ya años que las mujeres pueden jugar en Muirfield, pero su acceso todavía está prohibido al comedor de socios y la sala de capitanes. Cosas de la tradición.

En las vitrinas se exhiben numerosos recuerdos y entre ellos, en lugar preferente, el imponente bastón de plata que constituyó el primer trofeo que se disputó en el club y una pequeña hoja de papel con las primeras reglas que tuvo el juego del golf.